Biblioteca Cerámica. Abril 2021. Azulejería en la clausura monástica de Valladolid. Manuel Moratinos García, Olatz Villanueva Zubizarreta

Abr 13, 2021 | 0 Comentarios

Reseña de nuestro socio Gabriel Tovar Serradilla.

La azulejería en Valladolid como revestimiento cerámico arquitectónico llegó a ser algo frecuente y un arte muy apreciado a partir del siglo XIV cuando la introdujeron los alfareros mudéjares a requerimiento del rey Alfonso XI; este rey conocía sin duda la labor y el arte de estos alarifes en las ciudades de Sevilla y Toledo y por eso les mandó decorar su palacio levantado en Tordesillas en conmemoración de su triunfo en la batalla del Salado. Tomaron el relevo de este arte en los siglos siguientes los moriscos y cristianos afincados en el barrio de Santa María de la ciudad de Valladolid .

Historia. La moda por este tipo de revestimiento cerámico llegó a Valladolid en época medieval desde las ciudades de Toledo y Sevilla; sus difusores fueron alarifes mudéjares. Su primer trabajo o uno de los primeros fue en Tordesillas en el palacio del rey Alfonso XI y más tarde en la decoración del palacio Real de Medina del Campo. Los artífices toledanos introdujeron y desarrollaron la técnica de la arista que pronto aprendieron y emplearon los alcalleres del barrio de Santa María en Valladolid y que fue difundida durante el siglo xvi hasta que en el último tercio los azulejeros de Talavera de la Reina establecieron la técnica plana pintada a mano. Es entonces cuando hizo aparición el maestro azulejero Juan Floris que trabajó principalmente en Medina de Rioseco y en la década de 1580 el gran azulejero Hernando de Loaysa que dejó tras de sí obras maestras en muchas de las iglesias de la provincia. A partir de los últimos años del siglo xvi y hasta finales del xviii predominaron las obras de Talavera. ​

Uso de distintas técnicas. La técnica más antigua fue el alicatado. Para que el resultado fuera satisfactorio era preciso un buen aprendizaje para llegar a ser un especialista. En primer lugar los ceramistas debían conocer la elaboración de la cerámica vidriada y conocer y manejar la geometría para el diseño y colorido de los azulejos. Primeramente se hacían unas placas de barro que después de recubrirlas de óxidos y de cocerlas resultaban con un acabado vítreo. Esas placas se recortaban dando unas formas geométricas diferentes que tenían unos nombres especiales para distinguirlas: sinos. ​

Patrimonio desaparecido. Los protocolos notariales de los archivos son una fuente muy rica para llegar a conocer las obras que existieron y desaparecieron por distintas causas. En estos protocolos se hallan los inventarios, los libros de cuentas y los libros de fábrica. ​

Azulejeros. Los azulejeros que trabajaron para Valladolid emplearon los motivos decorativos de lazo geométrico de influencia toledana mudéjar y los renacentistas de círculos con flores, hojas y palmetas, conocido como tema de «rueda». Los colores de los primeros tiempos fueron el negro, verde y melado y algunas veces blanco. Con el paso de los años el negro fue sustituido por el azul. ​

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