Mucho por hacer en el Centro de la Cerámica.

Dic 21, 2018 | 0 Comentarios

La difícil situación que atraviesan los espacios museísticos del Ayuntamiento es un tema de debate frecuente para todos aquellos que nos interesamos por la gestión del patrimonio local. Los problemas que arrastran el Antiquarium, el Castillo de San Jorge, el Centro del Mudéjar o el Centro de la Cerámica se acumulan año tras año sin que aparezca la luz al final del túnel.

El pasado jueves se celebró en el Centro de la Cerámica una jornada de reflexión en torno al futuro del espacio. Organizado por la Asociación Niculoso Pisano (entidad civil que organiza, desinteresadamente, múltiples actividades en el Centro), el encuentro trajo a Sevilla a Jaume Coll, director del Museo Nacional de Cerámica y Artes Decorativas con sede en Valencia, Sara Blanes, directora del Museo Municipal de Cerámica de Manises y Rosalía González Rodríguez, responsable del Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera.

La jornada, moderada por Alfonso Pleguezuelo, contó con sendas ponencias de los invitados así como una mesa redonda en la que se plantearon, en presencia de Francisco Cerrejón, Director de Programación y Actividades del ICAS, una serie de medidas cuyo único fin es darle el valor que se merece a este espacio.

Durante la mesa redonda posterior a las ponencias se plantearon una serie de medidas para mejorar el funcionamiento del centro: convertirlo en Museo de la Cerámica, simplificar los cauces para organizar actividades en el Centro y potenciar así la participación ciudadana, mejorar la seguridad, destinar una inversión anual al mantenimiento de las piezas, fomentar la rotación de las obras expuestas o convertir la actual sala turística en sala expositiva del centro (algo que propuse hace unos meses).

El objetivo de todas estas propuestas no es otro que convertir el Centro de la Cerámica en un espacio moderno y vivo a la altura de otros centros similares. Y no porque con ello podamos colgarnos ninguna medalla, sino porque la cerámica sevillana bien merece contar con un museo en condiciones. Lamentablemente muchas cosas deberían cambiar para darle la vuelta a la situación, quizás demasiadas. Por ejemplo, ¿qué implicaría que el Centro de la Cerámica pasase a ser ‘Museo’ de la Cerámica? Pues debería contar con un conservador, un restaurador, personal, unos almacenes donde guardar de forma correcta las piezas… Y todo eso cuesta dinero.

Contar en Sevilla con estos tres representantes de museos ha sido todo un privilegio. Al igual que es un privilegio que la Asociación Niculoso Pisano se encargue de dotar de contenidos al Centro o que uno de los mayores expertos en cerámica a nivel nacional como es Alfonso Pleguezuelo dedique su tiempo y esfuerzo a este espacio. Todo ese caudal de esfuerzo debe ser aprovechado por el Ayuntamiento para cambiar la forma en que se está gestionando no solo el Centro de la Cerámica, sino los diferentes espacios museísticos municipales con que cuenta la ciudad. No podemos seguir dejando languidecer nuestros museos.

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