Nueva vida para la «dama de Sevilla», la joya escondida en el Metro de Madrid.

Feb 13, 2019 | 1 Comentario

Roberto Martínez-Anido y Baldrich (1895-1959) desarrolló un vínculo muy especial con la mujer. La feminidad siempre fue una fuente de inspiración para su obra, fundamentalmente dibujos e ilustraciones que produjo prolíficamente en los años 20 para publicaciones periódicas como Blanco y Negro o anuncios publicitarios. Entre las muchas mujeres que Baldrich –así firmaba– creó con sus trazos está una singular «dama» a la que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha devuelto a la vida.

Oculta tras un muro que tapiaba una antigua hornacina, en el andén de la estación de Sevilla de la Línea 2 de Metro, ha sobrevivido 95 años. Las obras en el suburbano sacaron a la luz una azulejería publicitaria de un jabón –de sales de Carabaña– colocado allí en 1924, el mismo año en el que fue inaugurada la estación. El panel está compuesto por azulejos de 15 por 15 centímetros, y ocupa unos ocho metros cuadrados.

El hallazgo de este anuncio de estilo Art Déco fue analizado por la Comisión Local de Patrimonio Histórico. «Todas las obras que se hacen dentro de los límites de la Cerca de Felipe II cuentan con la intervención de la Dirección General de Patrimonio. En todas ellas prescribimos la presencia de un arqueólogo que garantiza que hallazgos como este puedan ser recuperados para todos los madrileños», explica a ABC, Paloma Sobrini, su directora general.

Tras determinar que fuera desmontado, reparado y limpiado, el Gobierno regional volverá a instalarlo en el nuevo hall de la estación, probablemente frente a los tornos de entrada, entre las dos escaleras de acceso a los andenes.

 

«El mural no solo tiene valor artístico, sino mucho valor sentimental. Con la restauración de esta pieza recuperamos una pequeña parte de la historia olvidada del Madrid previo a la Guerra, el del Modernismo de los años 20», opina Jaime de los Santos, consejero de Cultura, Turismo y Deportes.

Se han conservado todos los elementos de valor que fueron hallados tras el muro, probablemente tapiado en la reforma integral de la estación que se llevó a cabo en los años 70. Entre otros, está un panel de azulejos mayores, de 20 por 20 centímetros, y la cenefa de media caña vitrificada en blanco que lo rodea. Junto a ellos, se encontraron también azulejos rectangulares biselados –típicos de las primitivas estaciones de la Línea 1– que, en este caso, fueron utilizados para separar unos paneles de otros.

Labor minuciosa
«El proceso para desmontar los azulejos ha sido muy laborioso. La azulejería histórica suele estar colocada con mortero de cal, que endurece con el paso del tiempo pero que es fácilmente desmontable. En este caso, la época en la que se colocó coincidió con la llegada del cemento y, estos, fueron recibidos con una cantidad abundante y una mezcla con muy poca proporción de arena», explica a este diario, Manuel Montañés, restaurador del anuncio. «Tuvimos que utilizar medios mecánicos como taladros y sierras para extraer, uno a uno, todos los azulejos», añade, sobre la compleja tarea. El mal estado de algunos –agrietados, con clavos y rotos– obligó a los restauradores a pegar una gasa para no perder ni un solo pedazo. Todos ellos han sido consolidados con resinas, limpiados, numerados y almacenados de forma individual para su conservación, hasta que puedan ser nuevamente instalados. «Son de muy buena calidad», concluye el experto.

La «dama de Sevilla» luce ahora una piel «insuperable», como reza el lema del antiguo anuncio. Formará parte de ese patrimonio que recuerda la expresión más artística de la publicidad, nacida para perdurar y alejada de ese gen efímero del que presume hoy. De no ser así, Baldrich no habría firmado el anuncio, ni habría puesto el año en que lo hizo. La intrigante mirada de esa mujer volverá a posarse, muy pronto, sobre los viajeros del Metro.

Fuente: www.abc.es

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