Para muchas personas la cerámica es parte de su día a día
Entrevista a nuestro Vicepresidente, Manuel Pablo Rodríguez, en «Cultura de Sevilla».
Manuel Pablo Rodríguez Rodríguez es Historiador del Arte y vicepresidente de la Asociación Niculoso Pisano, una de las entidades dedicadas al estudio de la cerámica con mayor proyección a nivel nacional. Hace cinco años le entrevisté en Cultura de Sevilla para conocer el proyecto Retablo Cerámico, una enciclopedia virtual donde se recogen centenares de piezas tanto nacionales como internacionales. En esta ocasión nos centraremos en la protección del patrimonio cerámico en nuestra ciudad.
Rótulo cerámico en Carretera Carmona
Pregunta: Hace unos días denunciabas en Twitter la destrucción de un rótulo cerámico en Carretera de Carmona. Hay quien afirma que no toda la cerámica tiene un valor por sí misma y que no podemos conservar cualquier azulejo que decore nuestras calles. ¿Cuál es tu visión sobre el tema? ¿Qué valor tenía este conjunto en concreto?
Respuesta: Soy consciente de que no todo el patrimonio, sea del tipo que sea, puede ser conservado totalmente, pero en este y otros casos parecidos lo que duele es que ni siquiera se muestre el más mínimo interés por intentar conservar el conjunto. Me refiero al arco de ladrillo y el rótulo cerámico. Hemos sabido en los últimos días que finalmente se ha desmontado con cuidado el azulejo, cosa que me alegra, aunque desconozco cuál será su definitiva reubicación.
El valor del conjunto, más que artístico, porque es cierto que no es una obra de primer nivel, era el de conservar la memoria de lo que allí hubo durante décadas, que para muchas personas que han vivido o viven en la zona es parte de su día a día. De ahí la demanda de integrar aunque sea una parte de lo anterior con la nueva construcción.
Rótulo de la Juguetería Cuevas, hoy desaparecido. Fotografía de Martín Carlos Palomo García
P: Esta destrucción recuerda a la desaparición del rótulo de la Juguetería Cuevas, hecho que fue muy criticado en redes sociales. En el interior del local sí se ha conservado la decoración de Emilio García Ortiz. ¿Qué diferencia había entre estos dos elementos? ¿Tenían el mismo valor?
R: El caso de la juguetería Cuevas ya es irrecuperable porque fueron destruidos completamente los rótulos exteriores y ocurre algo parecido con el rótulo de la Carretera de Carmona salvo por la diferencia de edad, puesto que el rótulo de Cuevas era de 1998. Tenía un interés etnográfico más que artístico, referido a un comercio ubicado en un espacio clave de la ciudad con décadas de antigüedad y reconocimiento popular.
Las diferencias entre los elementos conservados y los que no se resumen en la antigüedad y la calidad artística. Las espléndidas columnas con juguetes de Emilio García son una buena muestra de la verdaderamente escasa cerámica contemporánea de la ciudad, realizadas en 1954 con la apertura del comercio. Debemos alabar que finalmente se conservaran.
P: Desde la Asociación estáis promoviendo la declaración como Bien de Interés Cultural de la cerámica de Triana. ¿Qué perseguís con esta reclamación? ¿Todavía es necesario defender la importancia de este patrimonio cultural?
R: Llevamos varios años tras este objetivo. Ya recibimos el apoyo en pleno del Ayuntamiento en 2017 y seguimos dando los pasos necesarios.
Pretendemos que esta declaración BIC suponga un reconocimiento a la trayectoria histórico-artística de la Cerámica de Triana-Sevilla, al tiempo que un impulso al sector de la cerámica con enormes posibilidades para generar empleo, cultura y arte.
Pensamos que es muy necesaria aún la defensa de la importancia de este patrimonio porque vemos casi a diario el ataque al mismo. Y todo ello sin contar con lo que no nos enteramos…
Intervención cerámica contemporánea en el Hotel Montalván de AF6 Arquitectos
P: El uso de la cerámica en la arquitectura contemporánea es otro tema que habéis abordado en la Asociación. En Sevilla tenemos edificios como el Centro de la Cerámica o el hotel de la Fábrica Montalván. ¿Qué aportan este tipo de proyectos al panorama arquitectónico actual?
R: En alguna charla o mesa redonda lo hemos tratado y siempre surge un debate interesante en torno a este tema. Esos ejemplos que citas son un claro modelo a seguir de lo que venimos defendiendo. Espacios que se adaptan para su uso contemporáneo, con elementos nuevos pero que respetan al máximo lo existente, sin perder el alma del edificio y todo ello supone un aliciente para su visita. Son intervenciones dignas de alabar.
P: Si hay un período en el que se intentó recuperar la tradición ceramista fue durante el Regionalismo. Hace dos años se restauraron los elementos cerámicos del Pabellón Real que Aníbal González diseñó para la Exposición Iberoamericana. ¿Crees que este tipo de actuaciones son frecuentes en Sevilla o se trata de casos excepcionales?
R: El regionalismo consideramos que fue el segundo momento culmen de la cerámica de nuestra ciudad tras el primer gran episodio en el siglo XVI y ahí tenemos por suerte numerosos ejemplos ante nuestros ojos. Todo fue un cúmulo de circunstancias: recuperación del oficio (labor de Gestoso), grandes pintores y nacimiento de fábricas, demanda ciudadana, arquitectos, etc.
Ese tipo de intervenciones que comentas nos complacen mucho porque se conserva la obra, se recupera lo perdido y se pone, en definitiva, en valor el inmueble. Es algo que vemos con mayor asiduidad en los últimos años y nos congratulamos por ello, pero aún queda mucho trabajo de concienciación que hacer.
La cerámica exterior del Pabellón Real ha sido recientemente restaurada
P: Para culminar, vuestra labor de difusión es constante gracias a las actividades que desarrolláis regularmente en el Centro de la Cerámica de Triana. Incluso organizasteis un encuentro a nivel nacional en el que participaron directores de diferentes museos españoles y portugueses. ¿Qué sensación percibís del público en general? ¿Hay un interés por la cerámica?
R: Intentamos ofrecer una oferta variada de actividades que interese a nuestros asociados a través de conferencias, publicaciones en nuestra web, visitas, exposiciones, etc. La respuesta suele ser buena, aunque echamos en falta un mayor interés por parte de la ciudadanía. Interés hay. No conozco a muchas personas que no disfruten con un buen zócalo, un rótulo publicitario o un retablo cerámico, pero después eso no se materializa en la cantidad de asociados o de personas que asisten a nuestros actos. No sabemos realmente dónde reside el problema. Yo personalmente, en muchas ocasiones, pienso que la cerámica sigue teniendo el estigma de que “ha estado ahí toda la vida” y de ahí su poca valoración en general, cosa de la cual nos estamos encargando, o al menos lo intentamos.
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