Ciclo Triana Dispersa. La cerámica de Triana en la baja Extremadura. La crónica.
El pasado domingo tuvo lugar en el CCT la tercera conferencia programada dentro del ciclo “TRIANA DISPERSA”. La intervención, corrió a cargo de la historiadora de arte, extremeña y fuertemente vinculada la investigación de la cerámica, Nuria Franco Polo.
La conferenciante, ante un reducido aforo obligado por las circunstancias actuales de pandemia, glosó la exportación de las labores cerámicas trianeras hacia tierras de la baja Extremadura durante los siglos XVI, XVII y XVIII en forma de retablos devocionales, frontales de altar, arrimaderos de azulejos de arista, azulejería plana “pisana” para el recubrimiento de muros, enlosado de palacios, iglesias y conventos,…. Una interesantísima panorámica que demuestra, con los muchos ejemplos expuestos, como la comunicación comercial entre Sevilla y la provincia extremeña de Badajoz, durante siglos, fue frecuente y, al contrario que Cáceres, tenía en los alfares trianeros a los suministradores habituales de estas labores artesanales y artísticas. La otra provincia extremeña tuvo una clara y determinante influencia de la cerámica de Talavera de la Reina.
La doctora Nuria Franco, ilustró su conferencia con variados ejemplos, entre los que habría que resaltar los ejemplares procedentes del Palacio de los Zúñiga de Zalamea de la Serena, pasando por Trujillo, Llerena, Azuaga, Almendralejo, Zafra, Calera de León o Jerez de los Caballeros, por citar algunos.
El retablo cerámico de Tentudía, firmado por Niculoso Pisano en 1518 es la obra más significativa de cuantas se conservan, junto a los cuadros cerámicos de la Iglesia de la Virgen de la Granada de Llerena en cuya capilla bautismal o del Prior se puede disfrutar de dos bellos trabajos de Cristóbal de Augusta, que pintó a Ramiro I, en una escena bélica de la reconquista, junto a un Santiago Matamoros, montado en brioso caballo blanco que cabalga sobre restos de los vencidos musulmanes.
La presentación de la conferenciante corrió a cargo del Dr. Alfonso Pleguezuelo Hernández, quien conoce la trayectoria investigadora de la ponente y valoró sus trabajos académicos. Para la Asociación Niculoso Pisano fue una intervención de interés, no solo por conocer detalles de las obras de cerámica de Triana que existieron y aún se conservan en la provincia de Badajoz, sino por lo que supone de ampliar el foco y nuestro campo de trabajo.
La conferenciante agradeció a la Asoc. N. Pisano nuestro trabajo y dedicación en pro de la cerámica, de su documentación y divulgación.
TRIANA, menos DISPERSA y LEJANA que nunca ya que Badajoz formó parte de la zona de influencia y de jurisdicción eclesiástica de la Archidiócesis sevillana, lo que, entre otras causa, pudo suponer este comercio durante siglos.
Fotografías: Pilar Lafuente Ibáñez, Martín Carlos Palomo García y Francisco Solís Pérez.
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