El Museo Ruiz de Luna, buque insignia de cerámica de Talavera, cumple 25 años
Desde que el 14 de febrero de 1996 abriera sus puertas, este espacio museístico ha divulgado la principal seña de identidad de Talavera desde su ubicación en el antiguo convento de San Agustín, del siglo XVII, en pleno corazón de la Ciudad de la Cerámica.
El Museo Ruiz de Luna, buque insignia de la cerámica de Talavera de la Reina, cumple este domingo 25 años desde su apertura promocionando una artesanía cuyo proceso de elaboración ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y difundiendo sus diferentes estilos y su evolución a lo largo de la historia.
Este museo alberga la colección personal del ceramista Juan Ruiz de Luna, compuesta por valiosas piezas de alfarería talaverana comprendidas entre los siglos XVI y XX, incluidas obras personales del artista, que el Estado adquirió a sus herederos en 1963.
Desde antes de abrir al público, la Asociación de Amigos del Museo, creada en 1993, ha ido de la mano junto al Museo en la protección del patrimonio cerámico y la difusión de los fondos que atesora este espacio de titularidad estatal, cuya gestión está cedida a la Junta de Castilla-La Mancha.
Ha organizado numerosas actividades, como la publicación de libros y catálogos sobre las exposiciones temporales que ha ido realizando a lo largo de estos 25 años, hasta una treintena de muestras gracias a las cuales se ha podido disfrutar de cerámicas relacionadas con Cervantes y El Quijote (en 1997 y en 2016), Picasso (1999), las talaveras de Puebla (2001), alfarería popular (2005), la Virgen del Prado (2007), placas funerarias (2008) o la Guerra de la Independencia (2009).
A esto hay que sumar otras acciones de carácter didáctico, como el desarrollo de conferencias y la colaboración con la asociación Pequeños Arqueólogos, además de la presentación de diferentes piezas adquiridas por la Asociación de Amigos, que siempre ha trabajado en colaboración con los diferentes directores del Museo de Santa Cruz de Toledo, del que el Ruiz de Luna es filial: Rafael García Serrano (hasta 2008), Alfonso Caballero Klink (hasta 2015) y Fernando Luis Fontes (en la actualidad).
Todo estaba previsto para que el 14 de febrero de 1996 la ministra de Cultura, Carmen Alborch, y el entonces presidente de Castilla-La Mancha José Bono inauguraran las instalaciones, pero los actos se suspendieron a raíz del asesinato del expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente por parte de la banda terrorista ETA, y el museo abrió sus puertas «sin brillos ni fiestas».
Un cuarto de siglo después, la celebración vuelve a verse empañada, en esta ocasión por la crisis de la covid-19, aunque eso no impedirá conmemorar este aniversario.
Tanto el presidente de la Asociación de Amigos del Museo, Francisco Peñalver, como la viceconsejera de Cultura, Ana Muñoz, admiten, en sendas entrevistas con la Agencia Efe, que la pandemia es «un obstáculo» para conmemorar estas bodas de plata como la ciudad se merece, pero añaden que es una celebración que habrá que retomar «cuando la situación sanitaria lo permita» y organizar «algo especial».
Por el momento, las acciones estarán más centradas en el formato en línea, con diversas publicaciones en el Portal de Cultura y la elaboración de un catálogo digital de 25 piezas seleccionadas del Museo, un lugar que Peñalver reivindica como «espacio de continuidad», pues sostiene que la cerámica es un elemento que va a permanecer en el tiempo y que significa «futuro y esperanza».
También se espera poner en marcha una exposición temporal a lo largo de 2021, además de conferencias y presentaciones de obras.
El presidente de la Asociación de Amigos destaca que estas instalaciones albergan piezas «muy interesantes y singulares», desde retablos como el de Santiago -que Ruiz de Luna presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1920- y fachadas de cerámica como la de la Fábrica Nuestra Señora del Prado hasta otros elementos más pequeños pero «de una belleza sin igual».
En marzo de 2013 se inauguró la ampliación del Museo en el edificio colindante, el antiguo Liceo, y en 2018 la exposición ‘Atempora’ en la iglesia de Santa Catalina supuso una «revitalización» del interés por la cerámica, según Peñalver quien aboga por que este 25 aniversario sirva de «punto de partida» para enfocar el Ruiz de Luna hacia «un museo del siglo XXI».
Una idea con la que coincide la viceconsejera, quien precisa que el consumo cultural se ha modificado debido a la pandemia, pasando de difundir la cultura mediante grandes exposiciones presenciales a hacerlo de manera virtual, y apuesta por «repensar el modelo. Es un deber que vamos a tener que poner encima de la mesa», agrega.
Ana Muñoz subraya que es «un verdadero orgullo» contar con este museo en Castilla-La Mancha, y destaca que la cerámica es un patrimonio de «una calidad universal», como ha reconocido la Unesco, y que su evolución a lo largo de estos 25 años lo han convertido en «uno de los referentes de la cerámica a nivel internacional».
A lo largo de este cuarto de siglo, más de medio millón de personas han pasado por el Museo de Cerámica Talavera, aunque solamente pudieron acudir 6.000 en 2020 debido a la pandemia.
Este sábado, el Museo Ruiz de Luna vuelve a abrir sus puertas tras el cierre por las restricciones de la covid-19 y la viceconsejera invita a conocer un espacio que «sorprende», que «te abre los ojos» y que pone en valor el arte del barro y la principal seña de identidad de Talavera.
Fuente: eldiario.es. Miriam Serradilla
Comentarios recientes