Zuloaga, al mejor postor

Ago 24, 2020 | 0 Comentarios

Sobresaltados aún por el robo del panel de la tumba de Daniel Zuloaga Olalla, nieto de Daniel Zuloaga Boneta, la familia asiste con tristeza a la «dispersión» de la obra del ceramista, tras la subasta de 750 piezas de la colección de Eleuterio Laguna.

Setdart, con sede en Barcelona y oficinas en Madrid y Valencia, es la casa de subastas de arte ‘online’ líder en España, con más de 50.000 usuarios. No es extraño que ésta fuese la plataforma elegida para vender el tesoro, de casi un millar de piezas. «Es algo único, un tesoro en sí mismo, un museo entero», describía el director en Madrid de Setdart, Vicenç Pascual. El responsable de la casa de subastas hizo estas declaraciones a El Día de Segovia a principios de marzo — antes de la declaración del estado de alarma por la Covid-19— y en ellas expresaba su entusiasmo por la importante colección que aquellos días su empresa subastaba por internet.

Vicenç Pascual hacia referencia a la colección que, desde el 19 de febrero, cada miércoles, en diferentes lotes, subastaba Setdart. Era la colección privada que amasó el hostelero Eleuterio Laguna ‘Lute’, —fallecido en el verano de 2019, a los 82 años— y su mujer Juanita Lomillos, bajo el asesoramiento del experto en arte, Ángel Escorial; compuesta por al menos 300 piezas de vidrio y cristal de La Granja, de los siglos XVIII y XIX, y centenares de obras cerámicas salidas del taller de Daniel Zuloaga Boneta (Madrid 1852-Segovia 1921) en la iglesia de San Juan de los Caballeros.

Dos años antes de fallecer —tras el fracaso de aquel museo en el Palacio Episcopal que exhibía la colección—el empresario apuntaba su deseo de que tanto el vidrio de La Granja como las cerámicas de Zuloaga —que valoraba en un millón de euros— «se quedase en Segovia» aunque «si me hartan un poco me lo llevo a otro sitio». El sueño del ‘mecenas’ no se cumplirá. Setdart, que guarda confidencialidad sobre la identidad de los compradores, admitió en marzo que aunque había instituciones y coleccionistas que habían pujado desde Segovia, muchas de las piezas habían sido adquiridas desde el País Vasco, Madrid y Cataluña, también por descendientes de la saga Zuloaga.

«Se ha vendido casi todo, quedan ahora mismo cinco piezas en subasta, y sólo una es de cerámica, de los más 600 o 700 lotes que había en venta de la colección Laguna-Lomillos de Segovia», asegura hoy Juan Daniel Zuloaga Khoyan, biznieto del maestro de Daniel Zuloaga Boneta, que precisa cómo la pandemia y el consecuente estado de alarma sí influyó en las subasta de los últimos lotes. «En esta subasta incluso hubo lotes que subieron bastante [de precio] hubo piques por ciertas piezas, pero en cuanto empezó el estado de alarma, la gente estaba asustada y prefería no gastar y salieron muchas cosas más baratas o regaladas», comenta Zuloaga Khoyan, también ceramista, que aún anda «perplejo» por el reciente robo del panel cerámico que decoraba el nicho de su padre —Daniel Zuloaga Olalla— , en el cementerio de Segovia, y que, por fortuna, devolvió intacto, semanas después, el autor o autores de su sustracción.

Aunque el hermetismo es absoluto, se da por hecho de que la Fundación Zuloaga participó en las pujas; no así el Museo Zuloaga, dependiente de la Junta de Castilla y León, que atesora un inventario de 560 piezas artísticas, además de fotografías, negativos y placas, documentos y publicaciones relacionadas con el artista y la saga familiar.

Su director, el del Museo Provincial, Santiago Martínez, ha admitido estos días que «la Junta de Castilla y León no ha adquirido piezas en esta subasta», aunque «siempre estemos trabajando para enriquecer la colección del Museo Zuloaga con piezas procedentes de otras colecciones y museos». El biznieto de Zuloaga conoce algo más del destino de las piezas .«Al final ha salido todo repartido por España. Me consta —sostiene Zuloaga Khoyan— que particulares de Segovia y Castilla y León han comprado, pero las piezas grandes y buenas, las importantes, se han ido fuera, especialmente a Madrid y al País Vasco».

Eleuterio Laguna, el rey de los banquetes, gracias al éxito del restaurante Lago, abordó en 1999 un ambicioso proyecto, la compra del antiguo convento de las Oblatas y su conversión en un hotel de lujo y aparcamiento, una fuerte inversión que llegó a espolear su fortuna.

«Es la familia la que lo pone a la venta», apuntó hace casi cuatro meses el director en Madrid de Setdart, que negó la mediación en la subasta de una entidad bancaria. Como fuere, la colección la integraban 750 lotes, de piezas de vidrio de La Granja y cerámicas y pinturas con el sello Zuloaga. Además también salieron a subasta otras 150 antigüedades, como muebles y objetos.

Hasta 600.000 euros.

«Hasta ahora el 90% de lo que hemos sacado, se ha adjudicado», comenta entonces Vicenç Pascual, contento con la «muy buena respuesta» especialmente interesados en la obra de Zuloaga. Según estimó, la colección podría reportar ventas por una suma total de entre los 400.000 y los 600.000 euros.

Con independencia de los vidrios y cristales de La Granja, quizá de las más relevantes dentro y fuera de España, la subasta ha demostrado el interés por la colección de piezas de Daniel Zuloaga Boneta y de sus hijos, también ceramistas, Juan, Esperanza y Teodora; fechadas entre finales del XIX a mediados del siglo XX, la mayoría salidas del taller de San Juan de los Caballeros, pero también del ‘Laboratorio de don Daniel’, el espacio que el insigne ceramista tuvo, aunque como espacio independiente, en la fábrica de loza ‘La Segoviana’.

Antes de derribar ‘El Laboratorio’, donde montó talleres de esmaltado, decoración y pintura, se arrancó la fachada, pasando a formar parte de la colección de Eleuterio Laguna. Precisamente esta fachada ha sido adquirida en la subasta por 3.400 euros. Se trata de un precio que, expertos consultados, tildan de irrisorio, pues simboliza el templo donde el artista trabajó quince años.

Juan Daniel Zuloaga Khoyan: «Es una pena la dispersión de la obra».

Siguió al detalle las subastas y, puntualmente, publicó, en redes sociales, algunas de las piezas objeto de las pujas. «Yo no he pujado, no puedo, mi prioridad es hacer cerámica, no coleccionar ni especular con lo de la familia», apunta Juan Daniel Zuloaga Khoyan, en su tienda y taller, de la Plaza de la Merced, heredada de su padre Daniel Zuloaga Olalla (1922-2000). Biznieto de Daniel Zuloaga Boneta, precisa que el 80% de las cerámicas y piezas que ha subastado Setdart «se hicieron en Segovia y muchas tienen temática segoviana o castellana»; y son obra de su bisabuelo Daniel y de sus hijos Juan, Esperanza y Teodora, «los que hicieron cerámica en el taller» de San Juan de los Caballeros. Las piezas subastadas datan desde finales del XIX a mediados del XX.

El biznieto del insigne ceramista considera que es «una pena» que la Junta no haya adquirido piezas en esta subasta. Según explica, el Museo Zuloaga tiene lo más importante en su archivo, en cuanto a documentos, fotos, bocetos, pinturas «y una muestra representativa pero muy pequeña de cerámicas»

El empresario Eleuterio Laguna «se preocupó de conseguir cerámicas de las épocas de la Moncloa, de Pasajes de Juan y de los Vargas, periodos de producción difíciles de encontrar y de mucho valor histórico que podían haber completado la muestra del Museo; cerámicas neo-renacentistas, modernistas por ejemplo…» «Al final —añade el biznieto— el patrimonio de los Zuloagas queda desperdigado por España. Incluso si llega al extranjero, es bueno para la repercusión, valor e interés por el arte de la familia, pero que de esa gran colección atesorada por un segoviano [Eleuterio Laguna], no quede nada más que el recuerdo aquí… es un poco triste».

A Juan Daniel Zuloga Khoyan le consta que coleccionistas privados de Segovia «han pujado y comprado algo, lo que podían. Al final se dispersa la obra ¿Esto no es una pena para Segovia? Para mí, personalmente, sí lo es», afirma el biznieto de Zuloaga Boenta, que lamenta el «desinterés» que, a su juicio, observa en la promoción del legado de Daniel Zuloaga, que en la memoria colectiva quedó eclipsado por la fama de su sobrino, el pintor Ignacio Zuloaga (Eibar 1852-Madrid 1945).

El museo de cerámica, que abriera en San Juan de los Caballeros en 1949, fue arrastrando unas deudas que llevaron a los herederos a pleitear con el Estado hasta 1994. Cuatro años más tarde, en 1998, abriría el nuevo Museo Zuloaga, tras importantes obras de reforma. Juan Daniel Zuloaga explica que a finales de los noventa del siglo XX se puso fin al eterno pleito por la herencia familiar, que duró más de 40 años. Su padre vendió muchas piezas que obtuvo con la herencia al empresario de hostelería, en el ánimo, según cuenta su hijo, de que pudiera quedarse en Segovia.

«El Lute compró todo lo que había en San Juan de los Caballeros y luego acrecentó la colección y la restauró. Hizo la exposición del Torreón, auspició un libro… y tanto el historiador Abraham Rubio, como el anticuario Ángel Escorial ayudaron mucho… al final esto se ha quedado en nada», lamenta el biznieto, «apenado» por la limitación de horarios y recursos del Museo Zuloaga, apéndice del Museo Provincial.

Uno de los grandes creadores del siglo XX.

El nombre de Daniel Zuloaga (Madrid, 1852 – Segovia, 1921) ocupa un lugar destacado en la historia de la cerámica española. Elevó un género artesanal a la categoría de arte. Tío del insigne pintor Ignacio Zuloaga, su labor se desarrolló en una doble vertiente: la recuperación de técnicas cerámicas tradicionales y la introducción en España de las tendencias modernistas y neo-renacentistas por entonces en boga. Con el tiempo fue creando su propio estilo, que los especialistas han categorizado dentro del regionalismo y la estética del 98.

Daniel Zuloaga Boneta, renovador del arte ceramista en España, es considerado como uno de los grandes creadores del siglo XX. Más de 200 edificios en España están decorados con cerámicas suyas, mientras que existen numerosas obras y piezas repartidas por toda Europa que llevan su firma, en países como Francia, Inglaterra o Alemania, gracias a su participación en ferias internacionales.

Desde muy joven, Daniel Zuloaga Boneta trabajó en el Palacio Real de Madrid. Tras su formación en Sèvres (Francia) y participar en la recuperación de la Real Fábrica de la Moncloa, protagonizó el periodo dorado de la historia de la azujelería urbana en Madrid, en el último cuarto del siglo XIX.

En 1893 abandonó Madrid y se dirigió al taller de la familia Vargas en Segovia, la fábrica de loza `La Segoviana’, donde montó talleres de esmaltado, decoración y pintura, dirigiendo a un equipo de veinte obreros. En 1904 adquirió la iglesia de San Juan de los Caballeros, cuyos orígenes se remontan al siglo VI. El edificio había sido cerrado al culto durante la Desamortización de Mendizábal y desde su llegada a Segovia fue objeto de deseo de Daniel Zuloaga Boneta, que pudo allí instalar su taller. El 8 de julio de 1908 encendió por primera vez los hornos de San Juan, donde llegó a trabajar con ocho ayudantes y sus tres hijos, Juan, Esperanza y Teodora.

Al final de su vida, el artista encargó al arquitecto cántabro Eladio Ladreo que transformara en vivienda una gran sala situada sobre las naves. El ceramista falleció en 1921, el mismo año en el que concluyó las obras de su casa en San Juan de los Caballeros. Aunque el recinto abrió como museo de cerámica en 1949, la iglesia tras diversas vicisitudes cerró a mediados de los 80, para reabrir como Museo Zuloaga, en abril de 1998, tras una inversión de 147,5 millones de pesetas.

2021, año Zuloaga.

En 2021 se cumplirá el centenario de la muerte, en Segovia, del insigne ceramista y el museo que lleva su nombre, en la iglesia de San Juan de los Caballeros, que acogiera su taller y vivienda, prepara ya un programa de actividades para conmemorar la efeméride. Así lo ha confirmado el director del espacio museístico y del Museo Provincial, Santiago Martínez. «Estamos trabajando para diseñar la programación, con exposiciones temporales, ciclos de conferencias, talleres temáticos, visitas al edificio y un encuentro científico», desvela el director de un espacio museístico que solo abre los miércoles, por la mañana, desde 2012, y que en 2019 apenas recibió 1.139 visitantes

El Museo expone la ‘Colección Zuloaga’ en el atrio, en la escalera de acceso a las estancias de la vivienda del piso superior y en ésta última. Se compone de 74 cerámicas de Daniel Zuloaga, Juan Ramón, Esperanza y del taller; 31 acuarelas, de las que 28 son de Daniel Zuloaga, dos de Juan Ramón y una del taller; 16 óleos, de los que 12 son de Daniel Zuloaga, uno de Suárez-Llanos y tres de Ignacio Zuloaga; varios objetos como muebles, torno de alfarero, paleta de pintura, etc.; y dos dibujos al carbón de Ignacio Zuloaga. Lo cierto es que el inventario general del Museo Zuloaga supera, con creces, el número de piezas que se exhiben al público. El espacio custodia 560 piezas artísticas (cerámica, pintura, muebles, etc), un lote de un millar de fotografías antiguas; un lote de 1.500 negativos de fotografía, más de 2.000 documentos y hasta 1.230 publicaciones.

Fuente: eldiasegovia.es

GALERÍA: ALGUNAS DE LAS OBRAS SUBASTADAS

Fotografías: Setdar.com

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