Películas de corta duración sobre la Exposición Iberomaericana celebrada en Sevilla
Un extraordinario documental vinculado a la cerámica de Triana
Francisco Solís Pérez
JUSTIFICACIÓN DEL TRABAJO
El trabajo que ofrecemos es parte de nuestra aportación al CIEIA 2020 (II Congreso Internacional sobre la Exposición Iberoamericana de 1929) y queda plenamente justificado pues la Exposición de 1929 y la cerámica de Triana fueron indisolubles. La presencia de la azulejería en los edificios, en los jardines y en los contenidos de la muestra así lo atestigua a lo largo de los interesantes planos que se recogen en las películas que podemos ver a continuación.
Gracias al concienzudo trabajo y al impresionante archivo de nuestro socio Francisco Solís Pérez, ilustre trianero que ha dedicado toda su vida al estudio y difusión del barrio de Triana, es un orgullo para esta Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano ofrecer a lo largo de los próximos meses un serial de películas de corta duración sobre aquel evento que transformó hace casi un siglo la capital hispalense.
Martín Carlos Palomo García. Secretario de la Asociación Pisano.
PRESENTACIÓN
La Asociación Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano se ha brindado a colaborar en la organización de la celebración del Centenario de la Exposición Ibero Americana de Sevilla de 1929. Una Exposición que comenzó a gestarse en 1909 tras la celebración en nuestra ciudad de los actos de exaltación de la importancia que tuvo la hispalense capital en la conformación y desarrollo del comercio con las Indias Occidentales, es decir, con la Nueva España de allende los mares.
Esta muestra, que se llamó «España en Sevilla», abrió el entendimiento a unas expectativas de desarrollo y progreso que se concibió, en principio, como un certamen Hispano Americano y que, tras múltiples y variadas vicisitudes, se concretó en una muestra que sería Ibero Americana, dando así entrada en el evento a Portugal y Brasil.
Las esperanzas económicas se vieron frustradas principalmente por el «crack» de Wall Street de 1929. Sin embargo dejó en toda Iberoamérica una profunda huella artística y emocional que perdura hasta nuestros días. La industria trianera del barro, que sufrió el destierro de su primitivo asentamiento a orilla del padre Betis para dar prioridad a la llegada del comercio con las Indias Españolas y el apoyo logístico a la Flota de Indias, con motivo de la celebración de esta efemérides sufrió un resurgimiento de la más noble de sus artes, es decir, de la cerámica artística, que surtió de ideas estéticas, buen gusto y mejor hacer los edificios y pabellones de esta magna, aunque dinerariamente fallida, empresa.
Hemos rescatado viejas películas familiares y caseras que algunos pudientes ciudadanos y visitantes filmaron con sus cámaras Pathé de 9,5 mm, que eran accionadas a modo de relojes de la época por una espiral que se tensaba por manecilla de mariposa, lo que se conocía como darle «cuerda».
Iremos explicando poco a poco la mecánica que hemos seguido y los procedimientos, algunos caseros, que hemos empleado para su rescate y conservación.
Francisco Solís Pérez